Él invierno debe ser muy frío para aquellos que no tienen cálidos recuerdos.
Puedes verla en un rincón, siempre con su mirada perdida entre un lugar inexistente y la realidad, parece desorientada, ¿lo has notado alguna vez?, intentando camuflar sus carencias, pero son demasiado visibles, cree qué oculta su dolor dentro de ella mísma, la felicidad no han sido más qué goteos incontenibles hacia lo qué alguna vez parecieron ser esperanzas, hoy sumidas en una inquebrantable oscuridad.
Huele a rosas, a pétalos olvidados y marchitados por él paso del tiempo, por la muerte de un sentimiento, quiere ocultar su miedo más intimo, culpando al mundo de su incapacidad, nadie debe saber qué su culpa la hunde, la hunde en un abismo de soledad.
has sido abandona y mutilada, abusada tantas veces, tantas veces, victima de una sola persona, tú misma.
Existen días en los que la veo sonriendo, sonriendo a la nada, sonriendo al desamparo, hay un profundo sentimiento por querer rescatarla en mi interior, los sentidos y colores de su mente se contraponen al prisma de un corazón qué late por vivir, cada nuevo día parece ser un soplo insostenible para su alma, deseando no volver a ver ningún amanecer, ha elido odiarse, por no saber amar su propia imagen, entre murmullos y sollozos puedo escuchar sus plegarías, pidiendo a un Dios irreal, no sentirse miserable, sus palabras son tan claras y confusas, ahogando en ella gritos reprimidos, liberados en maltratos a su cuerpo, golpes constantes, cortes profundos, Sabe qué su dolor no disminuye, ni tampoco lo hará. & yo la observó, siempre la observo, a lo lejos...amando cada parte de ella, cada parte de su alma, recogiendo cada fragmento de emoción al qué ha renunciado.